domingo, 17 de marzo de 2013

¿Por qué hablar suave si nací gritando?

La vida inicia con un grito y termina con un suspiro, ese grito de vida, sangre y pasión, entusiasmo, ánimo y orgullo, que con el tiempo esa voz se atenúa hasta que se convierte en silencio


Y la vida es un grito, de guerra, de alegría, de éxtasis y de lucha constante, donde el grito mas fuerte viene de la garganta mas desgarrada, donde el grito más largo viene del lugar más profundo, y donde el grito más suave es simplemente opacado y condenado a ser sepultado entre las sombras de la indiferencia, donde no pueda ser escuchado


El que grita con fuerza es el que tiene el control, el que apenas grita lo pierde, y aquel que solo escucha es el controlado, esa fuerza es la vida que mana de cada uno


Esos gritos que no son más que cantos desgarrados de dolor o dulces notas de éxtasis, que reflejan el amor o el sufrimiento, en una armoniosa y bella combinación, donde no existen desafinados, sino diferentes notas, que forman parte de esa sinfonía llamada vida

Hay momentos que te dejan mudo, sin voz, sin aliento, esos momentos son los más especiales y emocionantes ya sea para bien o para mal, y otros aun más intensos en que el grito se convierte en un suspiro lleno de emoción y una sonrisa que te queda colgada con tu cara de ilusión (que te hace ver estúpido, pero que importa!!) La vida está llena de esos momentos y hay que disfrutarlos al máximo


Esos gritos, suspiros y esos momentos que te quitan el aliento son la vida misma, son la esencia del diario vivir, que pocos notamos gracias a la aplastante y ensordecedora rutina que busca voces regulares y casi silenciosas que hablen al unísono y en el mismo tono

"Grita con fuerza si estás vivo"


Dedicado a mi querida sobrina Helen Marie, ¡¡bienvenida al mundo pequeña!!




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